Las radiaciones UVA son las responsables del fotoenvejecimiento y las alergias solares. Se dan durante todo el año y ni las nubes, ni los cristales las frenan, e aquí el motivo de que insistamos una y otra vez en la importancia de emplear protector solar a diario. Sin embargo, no todos los protectores solares nos protegen (valga la redundancia) frente a este tipo de radiaciones. Para ello deben aparecer las siglas UVA al lado del SPF y su correspondiente numerito. El nivel de protección frente a las UVA puede aparecer (aunque no es obligatorio) indicado como: PA+ (baja protección), PA++ (protección media), PA+++ (protección alta), PA++++ (protección muy alta). También podemos encontrar el símbolo “λc: 370 nm” el cual indica protección de amplio espectro frente a UVA y UVB. Estos serían los requisitos mínimos e indispensables de un buen fotoprotector, pero existe el nivel “high class” o avanzado, aquellos que también nos protegen frente a las radiaciones infrarrojas y la luz visible.
La mayor parte de la radiación que nos llega desde el sol forma parte de la radiación infrarroja. Estas radiaciones, a pesar de tener un escaso poder de penetración en la piel, reducen la formación de colágeno y generan radicales libres, lo que se traduce en mayor estrés oxidativo y por consiguiente en una aceleración del envejecimiento de la piel. Por otro lado, la luz visible, dentro de la cual encontramos la luz azul, (emitida por pantallas, como ordenadores o dispositivos móviles) también aumenta el estrés oxidativo y provoca cambios en los fibroblastos induciendo la aparición de arrugas e hiperpigmentaciones. Las siglas IR-A indican protección frente a radiación infrarroja y HEVL frente a luz visible. Además, muchos fotoprotectores también contienen antioxidantes, precisamente con el objetivo de contrarrestar este aumento en la producción de radicales libres o estrés oxidativo. Para resumir, si un fotoprotector proporciona protección frente a radiaciones UVA, UVB, infrarrojas y luz visible, y además, contiene antioxidantes, es, perdonadme la expresión, la “repera”.