Los cosméticos naturales son aquellos que están compuestos por ingredientes naturales (de origen vegetal, animal, mineral o microbiológico). Sin embargo, estos también pueden contener ingredientes que no sean naturales (hecho que ocurre en la mayoría de los casos) ya que, es realmente complicado que un cosmético pueda estar formulado íntegramente a partir de ingredientes naturales. El problema es, que no existe una legislación que establezca un porcentaje mínimo de ingredientes naturales para establecer dicha denominación, por lo que un cosmético puede contener tan solo un 1% de ingredientes naturales del total de su formula y declarar que es un cosmético natural.
A día de hoy, existen certificaciones privadas a las que los fabricantes pueden adherirse de manera voluntaria, siempre que cumplan los requisitos de certificación, como Cosmebio o Ecocert. En este caso, si nos aseguramos que el cosmético en cuestión contenga un porcentaje mínimo de ingredientes de origen natural o que no contengan determinados ingredientes sintéticos, por lo que si eres usuaria de este tipo de cosmética te recomiendo que revises los envases de tus cosméticos y compruebes si están presentes dichos sellos.
Sin embargo, qué un cosmético esté formulado con ingredientes naturales no lo convierte en un cosmético más seguro. No olvides que algunos de los venenos más potentes y mundialmente conocidos se encuentran en la naturaleza, como la cicuta o la estricnina.
Es importante tener claro que todos los cosméticos comercializados en España son seguros, ya que deben pasar una exhaustiva evaluación para poder estar en el mercado. El hecho de que sea más probable que un cosmético cause alergias o no, dependerá de su listado ingredientes. Existen cosméticos convencionales específicamente diseñados para pieles sensibles y reactivas que prácticamente no contienen ningún ingrediente potencialmente alergénico (como por ejemplo perfumes), del mismo modo que existen cosméticos naturales que pueden contener ingredientes potencialmente alergénicos y viceversa.
En conclusión, el uso de un tipo de cosmético u otro debería ser una cuestión de gustos y necesidades. ¡No te dejes llevar por el marketing del miedo!